martes, 16 de abril de 2013

1.Ocurriendo lo imposible.

 Un sudor frio me recorria el cuerpo. Acaba de salir del estadio, hoy me habia dedicado a correr, era un deporte que me gustaba mucho, y era la mejor de todas corriendo... era como un don.
Nicolas me esperaba ha la sida de los vestuarios de chicas, como siempre, apuntando en aquella pequeña libreta roja mis resultados.
Nicolas: Natalie... tus resultados son cada dia mejores, en 10 segundos te has recorrido el estadio entero, es algo...
Tu: ¿Sobrehumano? Hahaha, soy la cosa mas corriente, lo unico, se me da bien correr.
Nicolas: Se te da de maravilla.
Tu: Oh.. alomejor soy alguien especial, ¿no dicen que los diablos o vampiros corren como un leon? Alomejor soy un vampiro y aun no lo se.
Nicolas: Tambien dicen que los vampiros beben sangre, y no pueden estar al sol, y a ti te encanta el sol.
Tu: Mierda, pues no, soy una persona normal.
Nicolas solto una pequeña risotada, y nos pusimos andar hacia la salida de la universidad, entramos al patio exterior, donde guardamos los estudiantes los vehiculos los estudiantes, y ahi le vi, era el chico mas perfecto que habia visto nunca, era alto, piel un poco morena, el pelo lo tenia castallo, y unos ojos color miel, los labios rosados carnosos, daban ganas de tirarse encima suya. Nunca en la vida me habia atrevido a hablarle, salvo una vez, en la que le pedi la hora y me ignoro, fue poco despues de entrar.
Yo que se diga soy la ''novata'' de la universidad, ya que solo llevo 3 meses aqui.
James, que asi se llama aquel chico, tiene 20 años y hace dos que entro en esta universidad, todas las chicas le desean, aun que el las ignora, es un poco extraño, siempre va con un chico, Jake, creo que se llama, es igual que el, quiza un poco menos musculoso, y de ojos azules, aun que el tiene novia, no se cual es su nombre, solo los vi una vez juntos.
Nicolas: Nata, nata, vamos.
Al parecer, me habia quedado embobada.
Tu: Ya voy.
Justo en aquel instante, James venia hacia mi, las piernas me temblaban, mi corazon latia a mil. ¡mierda! El paso por mi lado, rozandome levemente el hombro y diciendome unas sencillas palabras: lo siento.
Iba hacia su moto, Jake acababa de salir, y yo creyendo que me lo decia a mi, estupida que soy. Rapidamente me diriji al coche de Nicolas.
Nicolas: ¿Te pasa algo?
Tu: No, nada..
Dicho aquello, arranco el coche, y me fui hacia mi casa.
Esa noche, no soñe con nada.